Palabras alusivas


Las palabras alusivas al emotivo encuentro y en representación de todos los integrantes de la Familia Ropolo, fueron pronunciadas por Magdalena Luisa Ropolo, que con una voz cargada con emoción dirigió a todos los presentes, este breve pero emotivo mensaje.

Quizás muchas veces nos hemos preguntado; generalmente en la madurez de la vida el origen de nuestras raíces, aunque sepamos que descendemos de inmigrantes, hay muchos interrogantes para desentrañar.

Hoy gracias a la genealogía que no es simplemente un hobby, sino una verdadera ciencia, podemos reconstruir la historia familiar desde sus orígenes más remotos, en este caso la de los Ropolo.

Cierta vez leí una frase "los argentinos descendieron de los barcos", esta palabras me hicieron pensar de las historias que dejaron atrás cuando subieron a ellos nuestros antepasados.

Vinieron a estas tierras a hacerse "la América" seguramente sin que nadie los espere.

Se separaron por distintas localidades, principalmente aquí en Felicia.

Solamente encontraron campos sin límites llenos de pajonales y chañares.

¡ No importa !! Habrán dicho ¡ venceremos !!

Construyeron sus ranchos con pocas y rudimentarias herramientas, formaron sus hogares, fructificaron en hijos, creciendo en esa pampa indómita y hoy su sangre esta latente en nuestras venas.

Nada fue fácil, cuantas veces la madre naturaleza los castigo con largas sequías, demasiada lluvia, inmensas nubes de langostas devorando todo lo que encontraban a su paso o el granizo que molía lo plantado y sembrado.

Así y todo no bajaron los brazos ante las adversidades, con fe en el porvenir, fuertes, rústicos, pero sencillos y humildes.

Trabajaron de sol a sol, no solamente los hombres, también sus mujeres, tan bravas como ellos.

Caída la noche volvían a sus hogares, cansados, pero con la esperanza de la cosecha soñada.

Así eran casi todos los días, viendo como su labor realizada iba dando sus frutos, solamente los de mucha lluvia cambiaban al no poder salir al campo.

Entonces imaginémoslos junto a la mesa familiar, cantando viejas canzonetas italianas, añorando a los que dejaron allá en la lejana Italia, y quizás muchos de ellos jamás la volvieron a visitar.

Forjadores de nuestro pasado, nos legaron valores muy importantes no solamente en lo material, sino los valores morales transmitidos de generación en generación.

Somos parte de esas raíces que aún perdura, ostentando orgullosas sus estirpes.

Solamente nuestros más sinceros agradecimiento a ellos por siempre vivos en nuestros corazones.