Historia de Felicia


Los lejanos origenes de Felicia se remontan al siglo XVIII, en mérito a la existencia en los parajes aledaños en donde hoy se levanta su planta urbana, del fuerte de "Los Corrales".
El gobernador de la Provincia, Don Prudencio Gastañaduy, en la última década del mencionado siglo, ordenó la instalación de una nueva guarnición en "Los Corrales", haciendo lo mismo con la serie de fortines en distintas zonas del centro y norte de Santa Fe que se levantaban, para guarecer los caminos del ataque de los aborígenes que atacaban las carretas y diligencias que desde Buenos Aires y Santa Fe se dirigían a Santiago del Estero, Tucumán y Alto Perú. Las carretas con artículos comerciales (cueros de vacunos, yeguarizos, animales en pie, lana y diversos productos de caza) salían del fuerte "Sunchales" hacia Santa Fe, realizando el siguiente itinerario: desde el fuerte hasta "Los Corrales"; de aquí por Felicia y Cavour, se costeaba el río Salado hasta Santo Tomé y luego se llegaba a la Capital de la provincia.
En su obra "Nace Felicia", Don Mende Bru expresa: "Fue avanzada firme en las primigenias horas de eclosión de expansión colonizadora en que una inmigración audaz al sólo amparo de su voluntad, e irradiando el coraje de hacer, plantó sus viviendas rústicas -ranchos- en la inhóspita llanura santafesina y con las más rudimentarias y escasas herramientas y escasos bueyes, puso de revés el barbecho virgen, e hizo emerger trigales que acompañaban su crecimiento con sueños y desesperanzas, con sobresaltos y fe en el porvenir, junto a los martirizantes largos silencios de la soledad campesina, plenos siempre de brumosa nostalgia del terruño dejando allende los mares".
Entre los que arriesgaron especulativamente tras ésta causa, figuro Pedro Palacios, radicado en la Capital Federal. El 18 de abril de 1870, el Dr. Pedro Gregorio Palacios compró 6 leguas cuadradas, al precio de 18.000 pesos fuertes (por ante el escribano Olayo Meyer) las cuales pertenecían a un total de 70 leguas cuadradas de los terratenientes Zanetti Hnos. Parte de ellas habrían de configurar la Colonia y pueblo de Felicia.
En la primera parte del año 1877 se hace pública la formación de una nueva Colonia, a la que se le impuso el nombre de "FELICIA" (se cree que dicha decisión se tomó el día 27 de Abril de 1877).
El Dr. Pedro Gregorio Palacios, le encargó al Sr. Guillermo Lehmann (Fundador de las colonias Pilar y Nuevo Torino y quién el 19 de Agosto de 1877 firmó con Luis Maggi un boleto de compra-venta por seis concesiones de tierra de Colonia Felicia) la formación de la colonia, designando además al Sr. Enrique Senn, casado, vecino de la Colonia Felicia para vender y escriturar los terrenos a colonizar y para administrar todos los bienes que poseía en la Provincia.
Se considera al Dr. Pedro Palacios fundador de Felicia y a Guillermo Lehmann y Enrique Senn, los principales colaboradores. La acción de Guillermo Lehmann fue breve, quedando a cargo de Enrique Senn toda la actividad del desarrollo de la colonia.
Con fecha 13 de enero de 1879, el Gobernador de la Provincia Don Simón de Iriondo nombró como primer Juez de Paz de las colonias: Felicia, Nuevo Torino y Rivadavia, con 30 pesos de sueldo al Sr. Enrique Senn y una partida celadora (cuerpo de vigilancia) integrada personas a su cargo, ellos eran: Adolfo Egger, Francisco Bohn, Eugenio Elsener, Juan Falkenmeier y Augusto Schneider.
En el mes de setiembre de 1879 se produjo un encuentro entre vecinos e indios ladrones de caballos, siendo los héroes de la jornada Arnoldo Reutemann y los hermanos Lottersberger, quienes dieron muerte a varios aborígenes, cuyos cadáveres fueron trasladados a Esperanza.
El 19 de setiembre de 1880 se inagura la primera pulpería, produciéndose en la misma fecha un malón, cuyo saldo fue la muerte de dos indios y dos criollos. El 4 de diciembre del mismo año, a través del Decreto N°4007, se nombró Administrador del Correo de Felicia al Sr. Enrique Senn. El servicio se realizaba a través de un chasque, retirándose la correspondencia de la estafeta instalada en Grutly.
A fines del año 1880, en la memoria presentada por el Inspector de Colonias de la Provincia, Don Agustín Aragón, consigna 256 habitantes para Felicia, de los cuales 84 eran argentinos, como así también 10 máquinas de segar, 5 desterronadoras, 33 carros y 3 carruajes, existiendo además 64 casas.
Durante el mes de Junio de 1881 Don Enrique Senn hizo demarcar la plaza pública de cuatro manzanas, rodeándosela de alambrado y 400 postes donados por él.
Durante 1881 y a consecuencia de buenas cosechas, se realizaban adjudicaciones gratuitas de lotes en el pueblo a aquellos colonos que compraban concesiones de campos (Al que compraba 4 concesiones se le otorgaba una manzana de tierra en el pueblo).
Al comienzo del mes de enero de 1882, se produce un incendio al norte de la colonia, llegando al límite sur, quemando todo el trigo no emparvado de propiedad del colono Domingo Chialvo. En 31 del mismo mes se instala un negocio de tienda, almacén y despacho de bebidas en una finca de cinco habitaciones, construida en el ángulo sur-este de la plaza.
A mediados de dicho año el gobierno de la provincia cede en donación para la construcción de una escuela, el importe de las contribuciones directas que hacía tres años adeudaban los colonos.
A fines del año 1882 se habían construido cuatro casas de material en torno de la plaza. En el mismo año el Presidente Comunal compró la primera "segadora-atadora", la cual fue amortizada por los colonos.
En el mes de febrero de 1883, el cura párroco de Pilar, Reverendo Padre Alfonso Raffaelli, envía al administrador de Felicia para su respectiva construcción, planos de una escuela-capilla; la oferta es rechazada amablemente, ya que los colonos debían solventar la construcción de un puente sobre el A° Las Prusianas destruido por una creciente. En el mes de mayo, Otto Dreller inagura en el norte de la plaza un almacén y tienda y Jorge A. Chapuis otro establecimiento en el sector oeste. Durante el mismo año 1883 se adquirió la primera trilladora con cinco pies de emboquillada,, con un motor de 10 HP, marca "Clayton" en la importadora Soutomayor de la ciudad de Buenos Aires.
Iglesia Catolica de Felicia En 1884, se comienza a llevar el trigo a moler en el molino de agua del Sr. José Maurer, que funcionaba sobre el A° Cululú.
Iglesia Evangelica del Río de la Plata de Felicia Durante el año 1885 y con fecha 3 de enero, Don Enrique Senn dona a la comunidad Evangélica un solar de terreno de la manzana N°20, en donde se levantó la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y el 22 de junio el Dr. Palacios vendió a una comisión pro-iglesia, que presidía Bernardino Ferrero y tenía como secretario a Santiago Senn (hijo de Enrique Senn y Catalina Spies), una manzana de terreno frente al Sur de la plaza, lugar donde hoy se encuentra la actual Iglesia Católica.
En el censo realizado por la Provincia de Santa Fe durante el año 1888, se documenta que la Colonia Felicia contaba con un Molino.
Durante el mes de octubre de 1889 se funda el Tiro Federal Argentino de Felicia, el cual tuvo como presidente en el período 1925/1928 a Lorenzo José Ropolo, hijo mayor de Vicente Cipriano Ropolo.
En el año 1896, ejerce la presidencia de la Comisión de Fomento, Don Santiago Senn, siendo Juez de paz, Don Isidoro Duque y comisario Antonio Laurero. En el transcurso de dicho año se destaca el establecimiento "Los Corrales" en la cría de las razas Clydesdale, Shire, Cleveland y Trakennonen.
El 25 de Mayo de 1910, previa autorización del excelentísimo señor Ministro de Gobierno, la Comisión de Fomento y el pueblo reunido deliberó dar a la plaza de ésta colonia, el nombre del Gran Libertador General Don José de San Martín.
Monumento al Gran Libertador General Don José de San Martín en la plaza de Felicia El 12 de Junio por iniciativa de Don Lorenzo José Ropolo, se creó la comisión "Pro Monumento General San Martín", constituida de ésta manera: presidente: Lorenzo José Ropolo; vicepresidente: José Senn; secretario: Casimiro Correa; prosecretario: Carlos Mende Bru; tesorero: Dr. Angel Belotti; protesorero: Luis Tosco, y vocales: Donaldo Senn y Vicente Ovando. Este organismo concretó la realización de un hermoso monumento al Gran Capitán que hoy perpetua el homenaje de los vecinos. El monumento fue descubierto el 25 de Mayo de 1925.
Felicia se considera hija de Esperanza por cuanto ha sido un desprendimiento de aquella centenaria colonia. La historia de Felicia esta intimamente ligada al pasado de su colonia madre, Esperanza: la ruda lucha de sus hombre y el sacrificio de sus mujeres, son idénticos, como lo han sido asimismo los primeros surcos, todo con una misma mira puesta sobre un idéntico objetivo: el progreso de este terruño y la grandeza de ésta nueva patria ganada definitivamente para la civilización.

Ing. José Luis Ropolo

Bibliografía
NACE ESPERANZA; Gastón Gori
NACE FELICIA; Carlos Mende Bru
HISTORIA DE LOS SUNCHALES; Basilio Donato
ENSEÑAR A VIVIR, Gladys Senn de Cello
ARCHIVO HISTORICO DE SANTA FE
ARCHIVO COMISION DE FOMENTO DE FELICIA